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Existe una conciencia colectiva de lo que es el consentimiento

El consentimiento en los actos sexuales ha tomado especial protagonismo en el último tiempo, pero ¿ha tomado todo el protagonismo que debe?



Los abusos sexuales cada vez son peor vistos, y hay muchos recursos actualmente para denunciarlos, sin embargo, no muestran señales de desaparecer. Lo preocupante de esta situación es que ya existe una conciencia colectiva de lo que es el consentimiento, de manera que los abusos se están dando netamente por una vulneración hacia las decisiones de las personas abusadas, tanto un no como un silencio.


¿Es nuestra responsabilidad como mujeres tomar las medidas necesarias para evitar estos abusos? Pues no debería serlo, así de simple. No obstante, parece ser una necesidad en la actualidad hacerlo, pues como se dijo anteriormente, los depredadores NO RESPETAN las negativas (tácitas y expresas) ni la integridad física y psicológica de las personas abusadas. Nuestra única manera de protegernos actualmente es actuar a la defensiva y tomar los resguardos necesarios para evitar este tipo de vulneraciones.


En lo que sí hay que poner énfasis es en la comunicación abierta y honesta, y en el establecimiento de límites claros. Claro que es mucho más sencillo decirlo que hacerlo, pues ante la inevitable presión a las mujeres de ser sumisas y complacer, es complejo derribar esta creencia de que esto es lo que debemos hacer, lo que se espera de nosotras. Sin embargo, hay que aprender a reconocer nuestras necesidades y lo que nos hace sentir incómodos, y trabajar la manera en que expresamos dichas voliciones. Esto genera un evidente impacto en nuestras vidas, pues no sólo aplica para casos de abuso sexual, sino que también en otros aspectos de nuestras vidas, como el aspecto laboral, de amistad, de pareja, e incluso en la maternidad.

Por lo mismo, saber poner límites y resguardarse ante posibles ataques no debería ser la norma, es más, resguardarse no debería ser una preocupación, pues nadie merece ser vulnerado en sus derechos, especialmente en los DDHH. Sin embargo, parece ser esta la única opción para asegurarse de vivir una sexualidad sana y plena, evitar ataques, y proteger nuestra integridad.


Esperemos que en un futuro no lo sea.

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